“Alfonsina y el mar” es una canción muy famosa, con letra de Félix Luna y música de Ariel Ramírez, ambos argentinos. Está inspirada en la escritora argentina nacida en Suiza, Alfonsina Storni, que vivió entre 1892 y 1938. Murió joven, ya veremos en qué condiciones. Tuvo una vida dura, empezando por una infancia pobre, por lo cual se vio obligada a trabajar como secretaria, ganando la mitad de lo que ganaba un hombre, cosa que era habitual en aquellos tiempos, en que se presumía que el trabajo de una mujer no tenía tanto valor. Para complicar aún más las cosas, en 1912 nació su hijo Alejandro, pero Alfonsina no estaba casada y tampoco se sabía quién era el padre del niño, lo cual era algo altamente escandaloso para los estándares de la época. De hecho, en su libro La inquietud del rosal habla abiertamente sobre su situación, y ella misma decía que el libro había vendido muy pocos ejemplares porque se lo consideraba inmoral. Incluso la obligaron a renunciar a su trabajo luego de su publicación. No obstante, los escritores del período inmediatamente reconocieron su talento e ingresó a los cenáculos literarios. A partir de ese momento, comenzó a publicar, dar conferencias y participar en todo tipo de actividades literarias. Para que se hagan una idea de la magnitud de su figura, cuando Federico García Lorca vivió en Buenos Aires entre 1934 y 1935, iba todas las noches al célebre Café Tortoni -que hoy es uno de los lugares más turísticos de la ciudad-, para escucharla en la peña literaria que allí había.
Con todo este bagaje a cuestas, se comprende que la igualdad de sexos haya sido una prioridad para Alfonsina. Uno de sus poemas más emblemáticos, Tú me quieres blanca, refleja claramente esta preocupación. Les recomiendo efusivamente que lo lean, es una joya. Tiene el mismo espíritu de Redondillas, de la gran escritora mexicana Sor Juana Inés de la Cruz, pero esta última fue realmente una pionera, porque lo escribió en el siglo XVII, cuando ninguna voz femenina se alzaba contra la dominación de los hombres. No quiero abrumarlos con aspectos de técnica literaria, pero al margen de los temas que abordó, Alfonsina fue una poetisa renovadora y muy influyente.
Después vendrá el suicidio. Siendo muy joven, Alfonsina contrajo un cáncer de mama del que fue operada. Sin embargo, los dolores eran intensísimos y entró en una gran depresión. Para ella, el suicidio era una opción muy clara. De hecho, cuando se suicidó su amigo, el escritor uruguayo Horacio Quiroga, ella le dedicó estos versos: “Morir como tú, Horacio, en tus cabales y así como en tus cuentos, no está mal; un rayo a tiempo y se acabó la feria… Allá dirán. Más pudre el miedo, Horacio, que la muerte que a las espaldas va”. Escribió su último poema, Voy a dormir, cuyos versos se recogen en la canción que vamos a escuchar. Luego se echó al mar. En la ciudad de Mar del Plata, en Argentina, hay un monumento frente a la playa que la recuerda.
Hay muchísimas versiones de esta canción. Yo he elegido dos de mis favoritas, una cantada por la soprano argentina Mariana Flores, y la otra por la célebre cantante española Rosalía. Son dos versiones muy contrastantes, pero ambas están hechas con una gran sensibilidad. También les dejo la letra de la canción. Que la disfruten.
Alfonsina y el mar
Por la blanda arena que lame el mar, su pequeña huella no vuelve más
para recostarte arrullada en el canto de las caracolas marinas.
La canción que canta en el fondo oscuro del mar la caracola.
Cinco sirenitas te llevarán por caminos de algas y de coral
y fosforescentes caballos marinos harán una ronda a tu lado
y los habitantes del agua van a jugar pronto a tu lado.
Te vas, Alfonsina, con tu soledad. ¿Qué poemas nuevos fuiste a buscar?
Y una voz antigua de viento y de sal te requiebra el alma y la está llevando
y te vas hacia allá como en sueños, dormida, Alfonsina, vestida de mar.
Cinco sirenitas te llevarán por caminos de algas y de coral
y fosforescentes caballos marinos harán una ronda a tu lado
y los habitantes del agua van a jugar pronto a tu lado.
Bájame la lámpara un poco más, déjame que duerma, nodriza, en paz
y si llama él no le digas que estoy. Dile que Alfonsina no vuelve.
Y si llama él no le digas nunca que estoy, di que me he ido.
Te vas, Alfonsina, con tu soledad. ¿Qué poemas nuevos fuiste a buscar?
Y una voz antigua de viento y de sal te requiebra el alma y la está llevando
y te vas hacia allá como en sueños, dormida, Alfonsina, vestida de mar.
Versión de Mariana Flores: https://www.youtube.com/watch?v=G-2pAmSNpNE
Versión de Rosalía: https://www.youtube.com/watch?v=M2IENfMyaWc&list=RDM2IENfMyaWc&start_radio=1
