Las preposiciones se llaman así precisamente porque son pre-posiciones, es decir, están puestas delante de algo que completa el sentido de la frase. Por ejemplo, no puedo decir “voy con”, “voy sin”, “voy para”. A estas formas les falta algo que se llama el término, porque termina de armar la frase, justamente: “voy con mi hermana”, “voy sin el perro”, “voy para allá”. A veces, ese término es un pronombre personal: “voy sin ella”, “lo hago para ti”. Hasta aquí, todo bien. Pero resulta que la preposición con funciona de otro modo. ¿Por qué? Porque en latín clásico, era un enclítico. Este nombre tiene el mismo origen del verbo “inclinar” (“incline” en inglés). Entonces, un enclítico “se inclina” para unirse a la palabra que tiene delante. Se une a ella y se forma una sola palabra. Ejemplo: “dame el dinero”. En esa forma “dame”, el pronombre me es un enclítico. En latín, con se decía cum, y teníamos las formas mecum, tecum, secum, nobiscum, vobiscum (equivalentes a “conmigo, contigo, consigo, con nosotros, con vosotros”). En algunas oraciones de la iglesia católica, que solían decirse en latín, había fórmulas como Dominus tecum (Dios esté contigo) o Dominus vobiscum (Dios esté con vosotros).
La transición de una lengua a otra es un proceso largo y complejo. En ese periplo del latín al español, una de las cosas que cambió fue el final de las palabras. La m final se fue perdiendo y la u derivó en o. Por eso, las palabras que en latín terminaban en um, en español terminan en o. Además, se producen cambios en el sonido de las consonantes. Ahora entenderán por qué las formas latinas mecum, tecum, secum derivaron en las formas españolas migo, tigo, sigo. ¡Pero aquí no hay ningún con! No, pero resulta que los hablantes, que son los que van creando los idiomas sin tener la menor idea de lo que hacen, como ya no sabían latín y no entendían que esas formas tenían el cum incluido, comenzaron a poner con delante. Así aparecieron estas formas redundantes que usamos hoy: conmigo, contigo, consigo. Son redundantes porque tienen la preposición dos veces.
