En latín, la V era una vocal y también una consonante, y nosotros lo sabemos porque vemos la palabra “Londinivm” en los mapas del antiguo Londres, y también porque los españoles llaman “uve” a esta letra, es decir, que era al mismo tiempo U y V. En Latinoamérica no la llamamos así, lo cual tiene mucho más sentido, porque era “uve” hace muchísimo tiempo, pero ya no lo es. Entonces, los latinoamericanos decimos “ve corta” o “ve chica”, mientras que a B la llamamos “be larga” o “be grande”. Entonces, en castellano antiguo -recuerden: castellano significa español, ninguna otra cosa diferente- la gente escribía U o V indistintamente: vno era uno, vsar era usar, y así. Pero claro, se generaban algunas confusiones a la hora de pronunciar estas palabras. Digamos que cada dos por tres metían la pata. Así que en 1492, el mismo año en que los españoles llegaron a América, cuando Antonio de Nebrija escribió la primera Gramática de la lengua castellana, destacó la necesidad de distinguir estos dos sonidos, cosa que finalmente se hizo a partir del siglo XVI. Antes de esa fecha, todavía nos encontramos formas duales, como selva y selua.
Así surgió la letra U. Y aquí vamos a hacer una salvedad, para separar la paja del trigo. Hay tres términos que deben quedarnos claros si estudiamos un idioma: letra, grafema y fonema. Una letra es un dibujito que junto con otros dibujitos forma lo que llamamos un alfabeto. Ustedes me dirán: es un símbolo que representa un sonido. No. La H es una letra en español, y no representa ningún sonido. ¿Y un grafema? Como su nombre lo indica, es una unidad gráfica, de la escritura. Se trata de signos que me permiten diferenciar dos palabras cuando las leo, como votar y botar, ola y hola. Se trata de palabras diferentes, pero no oigo ninguna diferencia. Luego tenemos el fonema, que es la unidad mínima de sonido que distingue significado. Ahora sí, cambio un solo sonido y cambia el significado de la palabra. Ese sonido que cambié es un fonema. Peso y beso, rata y rato. Ustedes me dirán: ¡es una letra! Disculpen, pero no. Canto y cantó. El fonema es el acento, no es ninguna letra.
Estas distinciones nos permiten entendernos claramente. Piénsenlo en inglés: ¿por qué no pronunciamos la t de castle? Es una letra, pero no tiene sonido aquí. Lo hemos dicho, la letra es un signo del alfabeto, pero no siempre suena. ¿Qué pasa con la h de hour, en el reloj, que no es lo mismo que our en our dog? Es un grafema. Veo las dos palabras escritas y entiendo la diferencia, pero cuando las oigo suenan igual. ¿Y qué pasa cuando digo rat o cat? Pues que escucho las dos palabras y puedo diferenciarlas, , porque la r y la c son fonemas, así que me queda clarísimo quién se come a quién. O sea, que cuando los lingüistas hablamos en difícil, por algo es.