14. Lengua. Metátesis

Flamenco icon - Spanish for LondonHoy estoy filosófica. A veces es bueno mirar hacia atrás, para ver cómo llegamos a estar donde estamos. Y esto pasa también con los idiomas. A veces pensamos que las lenguas progresan y a veces que se deforman y que empeoran de alguna manera. Es una discusión interminable que es parte de la confrontación generacional. Los jóvenes siempre hablaron y seguirán hablando de otro modo, porque es una de las estrategias que utilizan para diferenciarse de los adultos y construir su propia identidad. Así que no hay que hacer tanto escombro. De hecho, en un libro que les recomiendo llamado “Language change: Progress or decay?”, Jean Aitchison presenta el problema en la lengua inglesa. Pero esto ocurre absolutamente en todos los idiomas.

Uno de los aspectos del cambio lingüístico es la llamada metátesis, palabra griega que significa simplemente transposición de algo. En nuestro caso, de letras. ¿Escucharon a un niñito decir que quiere comer “pasketti”, refiriéndose a “spaghetti”? Eso es metátesis. Ocurre, lisa y llanamente, porque el niñito encuentra difícil la pronunciación de la palabra italiana, y la dice como puede. Los adultos angloparlantes andan por ahí diciendo “nucular” en lugar de “nuclear”, por la misma razón. Por supuesto, las personas de cierta cultura ponemos el grito en el cielo. Pero no hay que horrorizarse tanto. Si estudian la evolución de la lengua inglesa, desde el período anglosajón hasta la actualidad, van a ver que “wasp” era “waps”, “bird” era “brid” y “horse” era “hros”. Cuando el pobre William Caxton, que no era lingüista, estableció la primera imprenta en Inglaterra, se las veía negras tratando de dilucidar la correcta grafía de muchos términos, porque coexistían formas con y sin metátesis.

Vamos entonces a repasar algunas metátesis en español. Un perro y un gato son animales, pero una lagartija es una alimaña, palabra que designa a un animal pequeño y perjudicial. También tenemos el cocodrilo. Si ustedes comparan lo que pasó en otras lenguas, verán que en francés e inglés se mantiene la raíz, como Krokodil en alemán, krokodilo en euskera y крокодил en ruso. En italiano tuvo lugar una metátesis como la castellana, derivando en coccodrillo. Otro animal con metátesis es el murciélago, que como ustedes saben, es un animalito prácticamente ciego, que se orienta con un sistema de ecolocalización, como un radar. Mus caecûlus significaba “ratón ciego” en latín, lo cual nos daba “murciégalo” y no “murciélago”, que es la palabra actual.

Una mujer cuyo marido ha muerto es viuda, pero la palabra latina original era “vidua”, de donde tenemos “widow”. Ukraine es Ucrania y Algeria es Argelia. Observen que en inglés, a veces escribimos de una manera y hacemos la metátesis al hablar, como en Edinburgh. Pero seguimos escribiéndolo así para no afectar los nombres de muchísimas ciudades que proceden de burgos (y no brugos) medievales. En inglés tenemos miracle, en italiano miracolo, pero en español, milagro. En italiano es pericolo, en español es peligro. En inglés es garland, en español es guirnalda. Basil se dice en español albahaca, que procede de al habaqa, en árabe. A strong headed person es en italiano “testa dura”, que en español se convirtió en “testarudo, testaruda”.

¡Cuántas palabras! En francés, parole. En italiano, parola. En español, palabra. ¿Se dan cuenta ahora del origen de “He got parole for his good behaviour”? Libertad bajo palabra.

Ahora ya lo saben. Hay que tener muy en cuenta cuando dos palabras son similares en inglés y español, y creemos que las letras irán en el mismo orden. Pues no siempre es así.

 

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