8. Lengua. Las otras lenguas de Hispanoamérica

Sol icon - Spanish for LondonVamos a discutir la supremacía del español en Latinoamérica, dado que muchas lenguas originarias aún se siguen hablando en varios países. En la actualidad, millones de personas se comunican en quechua o guaraní, por ejemplo. Pero además, estas lenguas han aportado términos al español americano, lo cual explica por qué algunas palabras que no se utilizan en España son de uso muy frecuente en Latinoamérica. Ahí vamos.

-Quechua: se trata de una lengua que, según algunas estimaciones, es hablada en la actualidad por diez millones de personas, fundamentalmente en Perú y Bolivia, pero también en otros países de la región andina, como Colombia, Ecuador y el norte de Chile y Argentina. Las palabras que voy a enseñarles a continuación forman parte de mi herencia cultural como argentina nativa, y todas proceden del quechua. Respecto de las comidas, la papa, el choclo y la palta (patata, maíz y aguacate en España). Nadie come patatas ni maíz ni aguacates en Argentina. Así de simple. Si una persona tiene piel oscura, le decimos morocho, no moreno. Al famoso cantante de tango Carlos Gardel lo llamamos “el morocho del Abasto”. Si vamos de campamento, llevamos una carpa, no una tienda. Si vamos a ver un partido de fútbol, vamos a la cancha, no al estadio. Estos son solo algunos ejemplos de quechuismos en el español actual.

-Náhuatl: esta lengua corresponde a lo que actualmente es México y la habla aproximadamente un millón y medio de personas. El tomate y el chocolate son, sin duda, las dos palabras más populares de esta lengua. Chocolate es en náhuatl “xoco atl”, que significa “agua amarga”. Otro alimento interesante es el aguacate, aunque, como vimos antes, en muchos países se prefiere el término quechua, palta. Pero aguacate es más descriptiva, porque procede del término para designar los testículos, por la forma del fruto. Animales como coyotes y mapaches (raccoons) tienen nombres tomados del náhuatl. Para “peanut” tenemos cacahuete, aunque en muchos países se prefiere decir maní, que es un término del taíno, una de las lenguas que se hablaban en la región del Caribe. Así que peanut butter es manteca de maní.

-Maya: en México es muy común referirse a los niños o adolescentes como chamacos. En inglés heredamos el nombre de la papaya  y los cigarros directamente de los mayas. Pero mis favoritas son patatús y cachito. Decimos que a alguien le da un patatús cuando la persona se marea o se desmaya. Yo recuerdo que un día hacía un calor horroroso. Les aseguro que en Buenos Aires el verano es insoportable, llegamos a 38 grados con comodidad y nos quedamos allí día tras día sin alivio. La cosa es que yo andaba caminando por la calle y me dio el patatús, casi me desmayo. Cachito significa una porción muy pequeña de algo, como cuando le pido a alguien un cachito de chocolate.

-Guaraní: esta lengua tiene una fuerte presencia en Paraguay, un país con más de seis millones de habitantes enteramente bilingües. De hecho, el país tiene dos lenguas oficiales, el español y el guaraní. Yo tenía una amiga paraguaya que me enseñó a cantar una canción. Escuchen para darse cuenta de que no entienden nada, excepto un par de palabras que son préstamos lingüísticos del español. En Latinoamérica decimos ananá y no piña, por ejemplo. Otra palabra notable del guaraní es Iguazú, nombre del río y de las cataratas del norte de Argentina. Literamente, Iguazú significa “agua grande”, mientras que Uruguay, que da nombre a un río y a un país, es “río de los pájaros pintados”.

-Mapudungun: esta lengua ha dejado rastros en el español chileno, sobre todo. Sin embargo, en mi país también decimos pilcha en lugar de ropa o la yapa (bonus, extra): “Te pago 1000 pesos, y si me ayudas con el trabajo, de yapa te invito a comer”. Pero mi favorita absoluta es pololo, que en Chile significa novio. Viene de la palabra “mosca” en mapudungun, porque del mismo modo en que las moscas revolotean en torno a la comida, por ejemplo, el novio “revolotea” alrededor de su novia. Pololear es “to date”.

De yapa, les voy a enseñar por qué al Che Guevara se lo llamaba así. En realidad, se llamaba Ernesto, pero había nacido en Argentina, y cuando se unió a los rebeldes cubanos, era el único argentino del grupo. Según algunos estudiosos, la palabra “che” procede del pronombre personal “yo” en guaraní, y según otros, del mapudungun, lengua en la cual significa “gente”. De allí que hablemos de los mapuches (gente de la tierra o del país), los pehuenches y los tehuelches, grupos que habitaban parte de la Patagonia argentina y chilena. Cuando Ernesto Guevara se unió al grupo integrado por Fidel Castro y los otros miembros de la revolución, él era el único que usaba esta palabra, así que le quedó como un apodo. ¿Cómo se usa? Del mismo modo en que usamos “guys” en inglés. Decimos: “Che, ¿vamos a tomar una cerveza?” La usamos todo el tiempo.

Como verán, el mundo del español es más rico de lo que parece cuando solo estudiamos el español de España.

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